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15 feb 2007

Lo que la subjetividad da a la ciencia


Mucho se habla de que la objetividad debe ser el fin de la ciencia, que sin ella no tendría sentido su fin: conocimiento total de las cosas. Pero mucho de lo que forma o da estructura a la ciencia es el sentido común del hombre, que se logra a través de múltiples experiencias propias como individuo.

No solo es la objetividad lo que le da sentido a la ciencia, en algún momento entra la subjetividad; tan llena de imaginación, que al mismo tiempo que sobrepasa los límites del conocimiento la enriquece; y no sé, talvez en algún momento intervenga en la ética del ser también.

Dejo esto abierto a manera de reflexión y claro a discusión. Pero mientras tanto, lean este poema que me encontré en un libro de Bertrand Russell (escritos básicos II de la editorial Planeta, para ser más precisos). Allí Bertrand hace mención de un poema; L’INFINITO de Leopardi, aquí lo pongo para que se den una idea de lo que el subjetivismo del genio hace entorno a la idea de conocimiento.

Asimismo, quiero agregar que este es el último de una serie de poesías que me he encontrado y que he querido compartir con ustedes. La próxima vez que escriba será alrededor de algún otro tema que me apetezca, pero ya no más de poesía. Eso lo dejo como gusto de cada quien, y pues si quieren compartir algún poema será bienvenido.

Por último, la poesía como parte del subjetivismo también da sentido al genio.

L’INFINITO

Sempre caro mi fu qust’ermo colle,
E questa siepe, che de tanta parte
Dell’ ultimo horizonte il guardo esclude.
Ma sedendo e mirando, interminati
Spazi di là de quella, e sovrumani
Silenzi, e profondissima quiete
Io nel pensier mi fingo: ove per poco
Íl cor non se spaura. E como il vento
Odo stormir tra queste piante, io quello
Infinito silenzio a questa voce
Vo comparando: e mi sovvien l’eterno,
E le morte stagioni, e la presente
E viva, e il suon di lei. Cosi tra questa
Immensità s’annega el pensier mio:
E il naufragar m’e dolce in questo mare.

EL INFINITO

Siempre caro me fue este momento yermo
y este seto que tanta parte
excluye del último horizonte a la mirada.
Mas sentado y mirando un infinito
espacio más allá, un sobrehumano
silencio y una calma profundísima
en mi mente imagino, con lo cual
mi corazón casi desfallece.
Al oír el viento
murmurar en las ramas, me encuentro a mí mismo
comparando su voz al infinito
silencio y entonces me viene al pensamiento lo eterno,
los tiempos que fueron y el nuestro
que ahora vive ruidoso. Y de este modo
mi mente se anega en esta inmensidad:
Y dulce me parece naufragar en este mar.

12 feb 2007

Humor




Actualización de la pagina.


He actualizado la pagina de tal manera que se paso del esquema anterior al nuevo con ello se ira dando en el futuro nuevas actualizaciones. Espero no haya problemas con el blogger sin mas, buen día.